Puedes leer esta canalización mientras que la escuchas narrada maravillosamente por:
Mi Voz Es Tu Voz
Locuciones conscientes
Escuchar estos hermosos mensajes narrados tan amorosamente, son un verdadero regalo para los oídos y para el alma.
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LA HUMILDAD REQUERIDA. Maestro Jesús
No hay una verdad absoluta; hay diferentes formas de comprender un mismo hecho, por lo tanto, aquí es donde se requiere Humildad.
Queridos, amados:
Me presento y los acompaño acercando mi energía a la de ustedes. Sientan mi amor en un abrazo…
Ustedes son hermosos seres de Luz. Son una partícula de Dios, de la misma Fuente. No lo duden. En su interior se halla esa Luz, permitan que se manifieste.
Me gustaría hablarles sobre la humildad. La humildad que se requiere para mantenerse en equilibrio, sobre todo en aquellos de ustedes que han alcanzado un mayor grado de conciencia y en aquellos de ustedes que han elegido ser faros para iluminarles el camino a otros.
Es importante que antepongan toda su conciencia, todo su amor y toda su comprensión frente a las situaciones que viven, que manifiesten su Divinidad, ya que esa es la manera de anclar la Luz: iluminando las sombras.
Repasemos esto…
Responder desde el Amor es comprender y respetar los tiempos de los demás; es comprender y respetar un punto de vista diferente, incluso una energía diferente a la propia. También es comprender que cada ser es un fractal, un punto de vista, una forma de entender entre muchas. Es asumir y aceptar que tú no tienes todas las respuestas.
Pues así es, no hay una verdad absoluta. Hay diferentes formas de comprender un mismo hecho, por lo tanto, aquí es donde se requiere Humildad. Humildad como virtud, como valor humano. Humildad para aceptar lo diferente, para aceptar también un error propio, por lo que no deberían juzgar, sino aceptar incondicionalmente las ideas de otros. Eso no significa apoyarlas ni compartirlas, significa aceptar que existen otras formas de ver las cosas y de entenderlas, asumir que existen distintos tiempos y diferentes ritmos de evolucionar. Aceptar que el camino que ha recorrido el otro no es el mismo camino que has recorrido tú, de manera que cómo vas a juzgarlo
Así que aceptar incondicionalmente no es coincidir, sino reconocer esas diferencias aceptando que existen.
Amados, recuerden que una mayor conciencia, implica una mayor responsabilidad.
La responsabilidad de actuar y de responder acorde a ese grado de conciencia que han alcanzado, tratando de aplicarlo en cada aspecto de su vida, en cada situación que se les presente. Por supuesto, al disponer de libre albedrío, siempre tendrán la posibilidad de no cambiar, pero entonces será por decisión consciente y no por desconocimiento.
Muchos de ustedes ya han dado grandes pasos, han avanzado en su evolución y así lo sienten y lo reconocen. Incluso muchos de ustedes se han sentido llamados a ser faros para otros. Es a ustedes a quienes ahora les dirijo estas palabras.
Recuerden siempre mantener el grado de humildad requerido que les permita reconocer sus desequilibrios y modificarlos, que les permita aceptar sin condiciones la verdad de otros, aunque no la compartan.
La humildad para aceptar que, de igual modo que uno tiene su punto de vista, otros tendrán el suyo. Y que también cabe la posibilidad de que esa verdad del otro también pueda tener algo de verdad para ti.
Claro que sí, para quien ya siente que ha dado grandes pasos, es un acto muy digno detenerse a revisar su interior. Y eso no debería enojarlos con ustedes mismos.
La Humanidad en su conjunto, está en un proceso de cambio radical, de estructuras, de enfoques, de formas de entender, de paradigmas…
Ustedes saben todo el bagaje de viejos condicionamientos que cada alma trae al nacer, ya sean propios o de sus ancestros, condicionamientos que cada quien acarrea en su memoria celular, estructuras viejas ancladas en la conciencia colectiva.
Por ello, es comprensible que, aún habiendo dado grandes pasos en su evolución, deban continuar revisándose a ustedes mismos para así poder sostener una energía más sutil y luminosa.
Esta ahí, ustedes eligen. La elección se presenta a cada paso, a cada instante, en cada respuesta que dan, en cada acción que realizan…
Traten de revisar siempre qué tipo de energía contienen sus respuestas, qué emociones transmiten. Allí verán en ustedes mismos y comprenderán.
Amados, queridos hermanos, ustedes son tan grandes y tan completos, no se conformen solamente con una parte del poder que tienen; la satisfacción propia que sentirán al descubrir que pueden corregir sus propias reacciones será enorme, sentirán un gran avance, se sentirán más soberanos, sentirán mucho menos temor… ¡Se sentirán mucho más libres!
Hasta aquí por el momento.
Con profundo amor los acompaño.
Reciban en un abrazo todo mi amor incondicional.
Siéntanme a su lado.
Jesús
PATRICIA CASIDIS. Restaurando Memorias